Este hotel es un verdadero museo. Está lleno de obras de arte: muebles, pinturas, lámparas, cantera labrada, maderas preciosas, etcétera, que te transportan al siglo XVIII. La restauración está impresionante y no hay que perderse el tour por todo el hotel, la cava y el edificio de la acera de enfrente.
El personal es sumamente amable, el desayuno delicioso. Lo recomiendo mucho.
Gracias por recibirnos en “su casa lejos de casa”.
Un lugar impresionante de su entrada un problema el estacionamiento pero los bell boys están atentos en todo momento, su recepción y su hall impresionantes, nos dieron la oportunidad de visitar el sótano con sus túneles una maravilla
Contrate uno de sus servicios de spa, por cierto el más completo y el día que llame para programar mi sesión yo gustosamente les dije que ellos me sugirieran el día y hora.
El día acordado, me presento y me pasan al área de masaje, me dice la señorita que pase a cambiarme y cundo me doy cuenta le pido mi ropa interior desechable y su respuesta fue no damos, cuando en otras ocasiones ya me la han dado y es normal que cualquier spa y más de nivel boutique lo debe tener, en fin me dijo que pasara en ropa interior , así que me puse la bata y pase al área de la cama y en eso la veo preocupada y se va me hace esperar un rato antes de pedirme que me recueste, cual es mi admiración cuando me dice una disculpa pero no le podre dar el servicio ya que no contamos con el chocolate y el material para darle su masaje!!!!!!
No obstante que tengo que pasar por ese ridículo, ya que bajo a recepción y solicito hablar con algún gerente, la Srita. Tarda en llegar, toma una llamada sabiendo que estoy ahí y ya que se desocupa me dice, entonces cuando reprogramamos su masaje ya que apenas vamos a pedir el suministro, le dije que por supuesto no quería re agendar y que por favor me regresara el dinero, a lo cual me responde que no es posible, para no hacerlo más largo solo le solicite su nombre y correo para darle el número de mi tarjeta y que esperaba que así como te cobran por favor me reembolsaran. Pésima gerente, ni un por favor, ni disculpe y sigo sin creer su mala atención y servicio.
El lugar es espectacular en el centro de la ciudad. Es una pieza de museo de per se, y no se diga su decoración y muebles. Comimos en la terraza del hotel, delicioso!!. el servicio es lentisimo no obstante que eramos la única mesa, pero la comida estuvo espectacular. Le falta al chef que sus platos se decoren, se sirvan con la majestuosidad que el lugar tiene.
Vale la pena después de una caminata el pararse en este hermoso Hotel a tomar un refresco y ver su interior. La próxima visita sería para hospedarme claro que con un precio más adecuado. Del Restaurante no tengo ningún comentario.
