Escogimos el hotel por la parte “hacienda”, que tiene muchas opciones con alberca y chapoteaderos para los niños. Resulta que estaban reformando y esa parta estaba totalmente cerrada, así como los restaurantes ahí ubicados.
Éramos dos familias, cada una con un niño de 4 y 6 años.
Cuando reclamamos nos dijeron que él “waterpark” estaba funcionando.
Pero el “waterpark” está lejos de todo y adentro hay muy pocas opciones de comida y bebida, no hay álcool, aunque los toboganes están padres, pero no necesitas más que una hora ahí.
No hubo ningún tipo de pedido de desculpas o recompensa por parte del hotel.
Tampoco hubo un aviso de que esa parte estaría cerrada.
Para quienes tenemos hijos buscamos unas vacaciones donde todos nos divertimos al mismo tiempo.
Me encanta la música en el lobby, pero pones un Dj con música de antro que para mi no tiene nada que ver y a un volumen absurdamente alto. Más
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