Nos quedamos unos días en el hotel, nada que decir, excelente atención y la ubicación es inmejorable, pero lo que es el restaurante la comida PÉSIMA... pescados congelados... la masa de la pizza es comprada, MUY poca variedad de platos,.. nos volveríamos a hospedar en el hotel pero nunca más comer ahí !
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Fuimos a almorzar con una pareja de amigos, ambos con hijos, buscando una opción más tranquila y con algo diferente a la oferta de los restaurantes cercanos a la caleta de Curanipe. Tomando en cuenta la gran diferencia de precios con otros de la zona, la carta y comida fue poco variada y original, sólo había creatividad en los nombres (el plato Reinipe era una simple reineta panko con papas fritas) sin ninguna presentación llamativa y sabor original...el pescado parecía de estos congelados del supermercado. El salmón con verduras bueno, pero llegó frío a la mesa.
Rescatamos la ubicación y comodidad del restaurant. Los niños pudieron jugar en un sector de juegos de madera, lo que nos permitió disfrutar unos tragos con la linda vista al mar que ofrece el lugar.
Volveríamos sólo para disfrutar de la carta de coctels, pero de la comida ni hablar.
Mala experiencia en general, no cumple con normas sanitarias , la comida pésima y mucho rato esperando, además de información poco clara respecto al uso de espacios compartidos tales como los hot tubs...
El hotel no cumple con las normativas sanitarias, para enviar los contagios entre las personas. Todo el mundo anda sin mascarilla. No hay alcohol gel por ningún lado. La comida es pésima. Mala experiencia
Muy buena atencion del personal del Hotel, excelente nivel en la comida.
Como sugerencia, incorporaria mas platos realciondos a pescados, y si so si aumentar la carta en la oferta de mariscos. pizzas, sandwich de sobra.
Fuimos a probar el restaurante del hotel, porque nos lo habían recomendado.
La experiencia fue pésima.
Pedí un rissotto de mariscos y mis amigas un Atún con guarnición de papas fritas y un salmón con papas igual.
Cúando llegó el "risotto", me di cuenta que era un cerro de arroz graneado, con nada de queso, ni sabor a mariscos. Arriba tenía unos choritos, colas de camarón y anillos de calamar, todos sin sabor.
A mis amigas, les llegaron las papas fritas, que claramente eran de bolsa, medias frías, blandas, cero crocantes.
El valor de los platos es altísimo y su calidad no es correspondida para nada.
No me atrevería a recomendarlo.
