Desde que llegamos nadie te recibe. Solo tienen 4 lugares de estacionamiento. En la recepción y restaurante muy mala atención. La cena fue un desastre no había nada de la carta y con el pésimo servicio tenía que levantarme de la mesa para pedir directamente en la cocina. Quisieron poner una regadera sofisticada y no sirve para nada. La habitación muy ruidosa. Los baños de la alberca asquerosos. Afortunadamente solo fue una noche y para el desayuno mejor nos fuimos a otro hotel en el centro. Cero protocolos para COVID. El personal sin cubrebocas.
- Estacionamiento gratis
- Piscina