Elegimos este alojamiento porque sólo necesitábamos dónde parar una noche antes de continuar nuestro viaje a Mazatlán. Es el más económico que encontré, que se encuentre en el centro de Durango, porque aunque no íbamos de visita a la ciudad, pues nunca está demás aprovechar el tiempo libre entre la llegada y la noche. Así que hay mucho tráfico para llegar, pero es obvio si lo quería en el centro. Personal amable, instalaciones antiguas, elevador muy antiguo y pequeño, pero los niños lo toman hasta de diversión. Las habitaciones muy modestas pero todo funcionando. Nuestra habitación como era interior fue calientita, pero otros que tuvieron vista a la calle, dijeron que su habitación estuvo helada y el clima no funcionó. Salimos a caminar y a dos cuadras está la plaza principal, con muchos restaurantes y un transporte que te lleva por 30.00 a Villas del Oeste, de ida y de regreso. Tiene estacionamiento como a dos cuadras del hotel. Así que para una noche, económico, modestísimo y céntrico, aqui está éste alojamiento. Brinda el restaurante bufet de desayuno, también a muy bajo precio y de buen sabor.