Conserva todo el estilo y encanto de una edificación antigua, la suite Callejón de las flores es espaciosa, iluminada y agradecemos la limpieza y cada uno de los detalles. Cafetera, café, agua purificada, jabón, shampoo, una tele con excelente señal y el internet han sido algunas de las gratas sorpresas del lugar. Además, lo recomendamos por la diligencia de sus empleados, en especial, Karina en el check in. Cuentan con una sala recibidor y una pequeña biblioteca que le da más calidez al lugar. En las mañanas ofrecen desayuno, desde las siete y treinta. El restaurante también cuenta con el servicio de comida. Si se necesita un lugar tranquilo, céntrico y mágico, con el tinte de la antigüedad, este es el mejor