Fue una decepción total. llegamos imaginando la belleza que se percibe en el internet, y si, debe haber sido muy bonito allá por los años 70 del siglo XX.
Empezando por que el elevador no servía, todo el Lobby lleno de cartones en el piso y personal haciendo reparaciones, polvo por donde quiera, la habitación no estaba lista y tuvimos que esperar poco más de 30 minutos.
Le falta MUCHISIMO mantenimiento, muebles despostillados, vigas pudriéndose, etc, etc. y por si fuera poco nos sorprendió el NORTE veracruzano.
Lo único rescatable es el personal, que se esmera en atender, pero de ahi en fuera no hay nada rescatable, además por el precio, mejor irse a otro hotel.