Situado en Boca del Río Veracruz, con personal amable, atento y servicial, cuenta con cocinetas. Cerca hay centros comerciales como Liverpool, Sanborns, Chedraui, Soriana, Comercial Mexicana y el famoso Café de Veracruz "La Parroquia" para desayunar. De ahí se puede ir uno en auto al malecón y visitar el Museo de la Marina, las tiendas de Artesanias, La Catedral, disfrutar de un rico helado y comer en el restaurante Los Canarios, observando la entrada y salida de los buques de carga. caminar por el malecón visitando los faros o dar un paseo en un pequeño barco. Visitar la fortaleza en la isla de San Juan de Ulua. Conocer uno de los acuarios más bonitos del mundo, donde existen desde peces pirañas hasta multicolores, tortugas, mantarayas, tiburones, pingüinos y delfines con su espectáculo maravilloso. Cerca del acuario puedes tomar una lancha para conocer la isla de los sacrificios y el cancuncito. Conocer el Museo alojado en un buque cañonero C-07 "Guanajuato", en Boca del Río. De ahí fuimos a conocer el maravilloso pueblo mágico de Tlacotalpan, deleitándonos con frescos mariscos en Alvarado. De ahí fuimos a conocer la impresionante cascada de los Tuxtlas, conocida con el nombre del salto de Eyipantla. finalmente llegamos al lago de Catemaco. Paseo de ensueño. De ida por la nueva autopista México-Tuxpan, visitamos las hermosas ruinas del Tajín en Papantla, donde se encuentran los voladores con el mismo nombre y gozar de un rico danzón los viernes por la tarde en la plaza, sin dejar de saborear los deliciosos alimentos del Restaurante Nakú, donde nos sirvieron unos deliciosos toritos; que son unas bebidas de aguardiente con frutas. También pasamos a las Dunas en la playa de Chachalacas Veracruz, increíble lugar con arena.

Es un buen hotel, aunque no es muy grande, para familias numerosas esta bien!! Tal vez no sea de lujo pero esta limpio y sientes como si estuvieras en un departamentito tiene cocina y refri tambien micro te sacan de un apuro!! Pasamos un rato agradable en la alberca del hotel

Nos tuvimos que alojar en él ya que no había plazas disponibles en otros hoteles. Pero la verdad que hubiéramos preferido dormir en la terminal de buses, seguro que estaba más limpia.
Para empezar el baño y la bañera sucio y con moho, las sábanas raídas y percudidas, toallas agujereadas, los utensilios de la cocina sucios, gracientos, vasos mejor no usarlos, la heladera era un caldo de cultivo de nose que cepa viral, los pasillos acumulaban muebles en desuso.
Al fin de año y no encontrar alojamiento en otro lugar pasamos dos noches hasta que unos amigos al contarles la experiencia nos hicieron un lugar en su casa.
Ya están anoticiados