Menudo descubrimiento!
Desde la ubicación, pasando por la amabilidad y atención del personal, el olor a limpio nada más entrar en el hostal, la habitación con un estilo súper isleño y todo limpisimo. A la llegada nos atendió Ana y Leandro, la chica de pisos (no recuerdo su nombre) con una sonrisa cada mañana, todos majisimos ♡. En el mininbar te dejan 2 botellitas de agua de cortesía (se agradece muchisimo), todo el hostal está reformado, parece una casita de muñecas.
Tengo qie destacar la pizzeria Macondo que hay justo debajo es IMPRESIONANTE!
A la salida, nos pudieron guardar el equipaje en unas taquillas que tenían disponibles, nos vino genial ya que viajábamos tarde.
Sois un maravilloso equipo!
Haciendo la cuenta atrás para volver!