Nos alojamos en el Mont Blanc en marzo, durante el fin de semana de carnaval. La elección tuvo que ver con la proximidad del aeropuerto y con la dificultad de conseguir alojamiento en Ipanema y Copacabana en esa fecha (reservamos a pocos días del carnaval y no quedaba prácticamente nada). El hotel resultó muy lindo. Sus instalaciones son nuevas, y la habitación es muy cómoda, amplia y moderna en cuanto a su decoración así como también su baño. Es interesante destacar que la habitación posee una cocina y mesa donde uno puede comer cómodamente.
Cuenta además con una linda pileta en la terraza que hace más acogedora la estadía.