No tenemos palabras para expresar lo increíble que nos pasamos un fin de semana, parace un lugar de ensueño. Lo hemos platicado a nuestros conocidos y todos tienen ganas de ir. Los anfitriones nos trataron como reyes y el lugar es verdaderamente un oasis. Es importante saber que se desconecta uno totalmente de la realidad, se pierde la comunicación exterior(tecnología, internet, aparatos electrónicos, etc) y comienza una verdadera comunicación con la naturaleza y la compañía con la que uno viaja. Sin duda alguna, uno de los mejores lugares que hemos conocido en el Edo. de México. El camino para llegar no es muy bonito, sin embargo vale la pena llegar hasta el final para encontrarnos con un lugar impresionante y bello.