Este lugar es ideal para desconectarse un poco de la vida de la ciudad, es encantador de verdad. Nosotros llegamos en lancha y nos fuimos en auto.
El centro ecoturístico tiene la infraestructura necesaria para hospedarse, cabañas/habitaciones con varias camas y baño privado dentro de la habitación. Cuando fui había energía eléctrica únicamente en la zona común (donde está el comedor), pero no en las habitaciones y la verdad es que no la extrañamos para nada. Es un lugar seguro.
Las cabañas tienen vista al lago, solo que nosotros fuimos cuando estaban empezando las lluvias y nos tocó un paisaje más nublado y místico.
La zona del comedor es amplia, se pueden hacer reuniones y quedarse conversando hasta muy noche, también hay hamacas.
Nos ofrecieron comida que preparan ahí mismo, todo delicioso. Para la comida mojarras y carne, y para el desayuno o postre comimos plátanos fritos con crema y queso, entre otras cosas. La verdad es que consienten demasiado con los menús regionales, todo estaba delicioso y a buen precio. Además de que me parece una excelente forma de contribuir a la economía local.
Tomamos un tour a pie a la Reserva Ecológica Benito Juárez, es una visita obligada y también se las recomiendo muchísimo.
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