La ventaja de dormir en Comitán es estar relativamente cerca de las cascadas El Chiflón, más bonitas que las más publicitadas cascadas de Agua Azul, y de las Lagunas de Montebello.
El hotel Posada del Virrey es un nombre bonito, pero se quedó corto frente a lo que ofrece al final, pues durante mis viajes por México he llegado a pagar menos por un cuarto y he recibido más. Es un hotel antiguo cuyos dueños se han esmerado por embellecer por fuera, pero que no han aplicado el mismo esfuerzo en cuanto al servicio de hospedaje en sí.
Del lado positivo, reconozco que el hotel tiene un patio interior muy atractivo, con pintura nueva, macetas con flores y hasta una fuente con orquídeas y está a un par de cuadras de la plaza central de Comitán. La habitación con televisor con cable estaba limpia y las camas aceptables. El precio del hospedaje incluye poder ingresar el automóvil en un estacionamiento cercano, aunque muy apretado.
Del lado negativo, sin embargo, debo decir que el hotel pide a gritos una renovación de sus cuartos. Las puertas de nuestro cuarto, tanto la principal como la del baño, no cerraban bien. Las toallas estaban rasposas.
Aunque pagué relativamente poco, 420 pesos (35 dólares) por un cuarto con dos camas, no creo que volvamos a hospedarnos aquí. El cercano Hotel Internacional nos cobraba 650 pesos por una habitación remodelada y moderna, pero tampoco creo que los valga y por eso acabamos en el Posada del Virrey.
Si llegamos a volver a Comitán quizás experimentemos con el cercano Mesón de los Angeles, que vi por fuera, o mejor aún, algún hotel que no necesariamente esté en el centro de la ciudad.