Estuvimos 4 noches en Enero y nada más llegar la recepción fué excelente, hicieron todo lo posible para cumplir nuestras peticiones de la reserva y nos subieron el equipaje a la habitación, había hervidor de agua,cafes, té, leche en porciones y galletas que reponían diariamente, además de un microondas y secador de pelo,la habitación era pequeñita pero muy acogedora,la cama de 1'50 y el baño nuevo, todo muy limpio, correcta para descansar después de un largo día visitando Londres.El hotel cerca de la estación de metro,bares y supermercados y a pocos minutos del centro de Londres en metro.El primer día se nos estropeó el aparato del aire y enseguida nos lo solucionaron trayéndonos un radiador,el personal de recepción muy amable aunque no hablaban español, pero en general buena relación calidad-precio y en un barrio tranquilo,si volviéramos a Londres repartiríamos sin duda.

Sin duda un barrio tranquilo, metro cerca, etc. Pero desde luego, el trato con nosotros fue lamentable. Nos metieron en una habitación (309) tan pequeña que la cama tocaba tres paredes; tenía que saltar por encima de mi acompañante para ir al "baño". Y encima, la ventana estaba rajada y entraba frío por ella. Para cambiarnos de ropa, un poema. Teníamos que poner las maletas sobre la cama, sacar la ropa y vestirnos por turnos.
Y cuando, suponiamos que amablemente, nos cambiaron a una habitación mejor, más grande, no pudimos dormir con el ruido de los tubos del aire acondicionado en la ventana. Cuando bajé a recepción a preguntar había más clientes protestando y simplemente se encogieron de hombros.
Por la mañana, al hacer el check-out, ni una palabra de disculpa.

Un horror, definitivamente