Nuestra sorpresa al llegar a la pequeña recepción del hotel es que nuestra habitación se encuentra en un edificio contiguo, concretamente en el 3er piso. Este edificio carece de ascensor!!
Por otro lado, nos dicen que el desayuno se sirve en la propia habitación. El desayuno buffet del que se habla en la descripción del hotel no existe. Se trata de una cajita con algo de fruta, zumo, croisant etc. Te preguntan a qué hora quieres que te lleven este desayuno y la puntualidad fue nula, teniendo incluso que llamar el último día a recepción para pedirlo, pues el retraso era casi de una hora.
Cuando llegamos a nuestra habitación el primer día, después de subir 3 pisos andando, nos encontramos con una habitación congelada, lo mismo que el baño. Al día siguiente, informamos a recepción de que nuestro aire no funciona y la chica que viene a nuestra habitación, muy amable, nos indica que la calefacción del baño se enciende con un interruptor que hay en la habitación, algo que tendrían que habernos contado al llegar en recepción. Nefasto servicio por parte de quien nos atendió a la llegada. El tema del aire fue solucionado y esa tarde al llegar la habitación, las camas estaban hechas, había toallas limpias y aire caliente funcionando.
Positivo: todo limpio y nuevo. Buena ubicación. Metro y tren a 5 min.
No volvería a este hotel por tema acceso a habitaciones y desayuno picnic.