Situado en pleno centro de Cardiff, este hotel tiene una ubicación perfecta para llegar a los principales lugares turísticos. La habitación grande y limpia, con ventanas climalit lo que insonoriza y aisla bastante, aunque algunas habitaciones que estén más abajo pueden notar el ruido de los bares de la calle. Si queréis más silencio, solicitad habitaciones que no den a la principal, aunque no tendrá vistas tan buenas). La cama muy cómoda y con un buen nórdico para no pasar frío por la noche. Armario amplio para poder organizar la ropa y una plancha con su tabla por si necesitas planchar alguna camisa. También calentador de agua con café, té y chocolate. En el baño, calentador de toallas eléctrico.... perfecto después de un buen baño. La limpieza excelente, cuidando los detalles (yo dejaba el cable del cargador encima de la cama y las limpiadoras lo dejaban en el mismo sitio después de hacerla). Lo único que eché de menos fueron mesitas de noche, pero tp es un gran defecto. El único defecto es, que aunque hay un modem wifi en la habitación (que se pude conectar por cable al ordenador), la capacidad de descarga es débil, por lo que a veces cuesta conectar... aún así, pudimos hablar por skype con la familia sin demasiados problemas. El desayuno también muy bueno, con bollería, pan, fruta, mermeladas, desayuno británico... Y un bar de cóckteles abierto hasta tarde (además, puedes pedir sandwiches a cualquier hora)