Hicimos nuestra reserva con 3 meses de anticipación y conseguimos una tarifa de 120 euros con desayuno, wifi e impuestos por noche, 5 noches (para agosto 2014). Fue una buena experiencia y repetiríamos sin duda. El hotel está la zona de La Madeleine-San Agustín, muy tranquila y elegante. cerca hay varios bistró y restaurantes, y el Metro a 3 cuadras, parada San Agustín, o 4 cuadras parada La Madeleine. Todo la informacion que habíamos recabado del hotel, se correspondió a favor y en contra con la realidad, siendo las cosas buenas, muchísimas más que las pocas flojas. A favor le pondría, una ubicación tranquila para el descanso y cercana a lugares de interés o de transporte, la exquisita decoración, limpieza, y amabilidad del personal incluyendo a sus dueños. La habitación es verdad que tiene dimensiones bien chicas, pero todo está tan bien pensado, y ubicado de manera funcional, que luego del primer impacto de las medidas, se puede comprobar que es habitable y disfrutable. La calidad de la ropa blanca, el baño impecable y con todo lo necesario, buena ducha, buena TV, bien el aire acondicionado, luz natural, una cama grande y cómoda. De hecho la habitación es la cama y 40 o 50 cmts alrededor de ella, pero sabiéndolo de antemano, luego todo lo demás son buenas noticias. El desayuno un poco corto, pero todo de buena calidad, en un ambiente boutique y de diseño. Quien haya decorado este hotel, sabía bien lo que hacía. Gracias a Celine y su mamá (dueñas), que nos atendieron maravillosamente. PD también es verdad que tienen el ascensor más chiquito del mundo !! jjejje