Fui con un amigo y está es nuestra primera impresión. Marrano.
El servicio es bueno, son atentos y amables, y tienen carta en varios idiomas.
En cuanto a la comida, caro para la cantidad y calidad de lo que sirven.
Pedimos unos mejillones, pequeños e insipidos. De segundo pollo tostado. Se notaba que estaba recalentado en el microondas, ración pequeña. El postre pedimos crema catalana, nada a destacar.
Tanto los vasos, como los cubiertos, platos y hasta la botella de agua estaba todo sucio. Agua caliente, del grifo, y con cal (eso te sirven para beber).
Menú: 18,50€/persona, no incluye ni bebida ni café. Después de pagar eso nos quedamos con hambre y un poco de revuelto de estómago por la suciedad del lugar.
No lo recomiendo.