Estuvimos 2 familias disfrutando de la primera semana de Enero 2013. El hotel acababa de abrir tras su renovación, hacia sólo 10 dias. El sitio en el que se encuentra es fantastci, muy tranquilo, justo enfrente del tren que sube a las pistas, y a escasos 10 minutos andando del centro de Val D'Isere (tambien hay una parada de los autobuses gratuitos al centro). Las habitaciones son preciosas, decoradas con un estilo alpino muy moderno. Las camas y las almohadas son comodisimas, le doy un 10. El cuarto de baño precioso: con ducha ybañera muy sencillo pero impecable( solo le falta una puerta en la ducha).
Les falta, por supuesto, un montón de detalles y de rodar el hotal un poco más, ya que al ser totalmente nuevo tenia pequeños fallos de terminaciones. Pero en general la estancia fue muy buena, y la familia propietaria, muy joven, se les ve con muchas ganas de hacerlo bien. Con nosotros tuvieron unos detalles muy buenos, que demostró sus ganas de agradar y hacer bien las cosas. Los forfaits los sacas en el mismo hotel, si quieres. El desayuno, un poco escaso.