Desde 2011 es nuestra quinta visita por lo que es evidente que nos gusta el sitio.
La ubicación a pie de pista es muy buena para esquiar, sales y entras esquiando, especialmente si eres experto porque la pista de vuelta al club normalmente es algo difícil para los principiantes. Para acceso al pueblo está a unos 15 minutos del centro andando, o usando el bus gratuito de la estación, no muy frecuente.
Hay alquiler de esquís en el club. A principio de temporada suelen tener material nuevo, como ha sido el caso. Seguro que es algo más caro que alquilar en el pueblo pero es comodísimo.
Hay Wifi gratuito de funcionamiento justito, y de pago (30€ la semana/4 dispositivos) con un funcionamiento mejor, pero no óptimo.
Las habitaciones estándar son muy pequeñas, y el equipamiento es básico pero funcional. Se agradecería una iluminación algo más intensa. Las habitaciones de lujo del 5 tridentes son mucho más caras.
Las zonas comunes del club son muy agradables: la terraza, el bar, el lobby, la piscina. Las zonas menos nobles y los pasillos agradecerían algo de renovación.
Este año el chef de village es Marco Sciara, al que ya conocíamos de otro año. Es de los que está siempre entre los clientes, lo cuál es de agradecer. Este año tiene un gran equipo de animación/espectáculos y la atención en el bar es muy buena.
La comida como siempre es buena, muy buena o regular según como afines al elegir en el buffet. De los vinos incluidos, el tinto es el bueno. Mención especial para la repostería que ha estado a un nivel inesperadamente bueno este año.
Me parece un buen lugar para ir en pareja y también con grupo de amigos. Incluso con adolescentes, pero no con niños pequeños.
Un día estuvimos de visita a comer en el cercano Club Med de Val Claret y... no hay color. Por precio similar, Val D'Isere me parece mucho mejor. Unicamente si llevas niños pequeños el de Val Claret resolverá mejor tus necesidades.
Nos lo pasamos muy bien. Nuestra intención es volver de nuevo.