Reservamos habitación en este hotel con muy poco tiempo de antelación y en plena temporada alta por 55 euros la noche. Los precios por la zona se alejaban mucho de nuestros bolsillos y este era nuestra mejor opción para una estancia de 5 noches.
- Ubicación: el hotel está ubicado en la zona oeste de Berlín, en una calle transversal a la avenida Kurfürstendamm, a escasos pasos de ésta. Es una zona absolutamente llena de tiendas, restaurantes (incluido uno de comida española), teatros, etc. de hecho esta avenida es una de las más famosas de la ciudad. Nosotros no incluimos el desayuno puesto que costaba más de 9 euros por persona y con esa cantidad podíamos desayunar los dos, mi pareja y yo, por cualquier cafetería de la zona. Cerca del hotel hay un supermercado que cierra a las 12 de la noche, y justo en frente un 24h. En cuanto al transporte, por la zona pasan autobuses, y a unos 5 minutos a pie hay una parada de metro. También se puede ir caminando perfectamente a la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm o a la estación Zoologischer garten que conecta con numerosas líneas de metro (con las que se puede llegar rápidamente a los puntos turísticos más importantes) y tren. Desde esta estación también se puede tomar el tren que lleva a Potsdam.
- Habitación: la habitación no es especialmente grande pero cuenta con todo lo necesario para una estancia agradable, cama cómoda, armario, escritorio, televisión (solo canales alemanes y dos en ingles), una buena cortina que tapa la luz…no hay neverita. Tenía un pequeño balcón que daba para un patio trasero del hotel. Silencioso y tranquilo. El baño dispone de secador, jabón de manos, y bañera (para mi gusto especialmente alta por lo que al salir hay que tener cuidado) con gel+champú todo en uno. Tanto en el baño como al lado de la cama hay estufa.
- Servicios: solo puedo opinar de lo que pude comprobar por mí misma. De los recepcionistas que nos atendieron ninguno hablaba español. Llegamos por la noche tarde, avisamos con antelación y no hubo ningún problema, todos fueron muy amables. No hubo problemas tampoco cuando solicitamos guardar una medicina en la nevera del hotel ya que no había en la habitación. Hay maquinas expendedoras en recepción. Todo estaba muy limpio y nos cambiaban las sabanas y las toallas diariamente. Hay ascensor y rampa en las escaleras de la entrada.
En general recomendaría este hotel y no tendría inconvenientes en repetir puesto que considero que la relación calidad-precio es buena.