Hemos contratado tres noches en regimen de alojamiento y media pensión (desayuno y cena incluidos) del 14 al 17 de Mayo. El hotel se encuentra a unos diez minutos, a pié hasta la playa.
El primer detalle que nos agradó, fué que hubiese parking gratuito para clientes, cosa que otros hoteles de mas estrellas no tienen, ademas tuvimos la suerte de poder contar con una plaza cubierta, cosa que agradecí mucho. El hotel es pequeño pero bastante acogedor y limpio, de estética decorativa con colores claros y detalles arabescos. Un hall muy tranquilo y acogedor con unas butacas muy cómodas para una agradable sobremesa. La habitación nos pareció muy apropiada, con una cama muy ancha, asi como un colchon duro y dos almohadas de diferentes texturas, muy limpia y con una buena señal wifi. Las ventanas muy bien insonorizadas y la climatización funcionando correctamente. El baño, decorado en azulejo negro, nos pareció muy limpio, con una placa de ducha bastante amplia y con las correspondientes amenities. Disponen de una piscina, que si bien no es grande, resulta muy cómoda por la poca ocupación de ésta, y resulta muy util si no deseas ir a la playa. Tienen toallas para la piscina y un par de camas balinesas muy agradables, así como hamacas. El restaurante tiene un ambiente interior y otro cubierto exterior con aprox. ocho mesas por cada espacio. La carta esta compuesta por una serie de entrantes, así como una decena de primeros platos, y otros tantos segundos, también cuatro o cinco postres. En general la calidad de sus platos es buena, y nos agradó mucho que tuvieran alguna muestra de cocina árabe (kefta, cordero...), así como sus hamburguesas. Los platos en general son abundantes y cubren perfectamente las necesidades de una cena, de manera que puedes comer variado durante algunos días. Por poner un "pero", el servicio era algo lento, aunque practicamente dentro de unos margenes aceptables. El desayuno nos pareció un poco excesivo, dado lo que normalmente se desayuna en casa, compuesto de una pieza de croissant, una pieza de pan tostado, mantequila y mermeladas, café, zumo, un plato con quesos y algunas lonchas de embutidos y también fruta y un yoghourt. Su personal en general, tanto de la recepción como el personal de limpieza y restauración han sido muy agradables y resolutivos. También dispone de una zona chill-out, aunque no tuvimos ocasión de visitarla. En términos generales, nos ha gustado mucho su relación calida/precio y desde luego, nos ha parecido un establecimiento muy recomendable para pasar unos días tranquilos. Es de los sitios que quieres repetir.