Estancia genial en el hotel. Desde nuestra llegada el personal es encantador, siempre ofreciendo ayuda y mejorando nuestra experiencia.
La habitación muy amplia, mucha luz, sin ruido, camas y almohadas cómodas y grandes. Nos adecuaron las habitaciones a los niños y bebés muy bien.
Las instalaciones en general limpias y cuidadas.
La piscina me parecía pequeña al llegar pero a pesar de ocuparse las hamacas nunca se siente saturada de gente. El socorrista de la mañana muy atento a pertenencias descuidadas para un correcto funcionamiento de las normal. Algún día vimos gente con ropa inadecuada dentro del agua pero por lo demás bien.
Los animadores se merecen un capítulo aparte. Mario, Alba, Daniela, Pablo, Armiche, Carolina (que mis hijos Mateo y Marina van a echarla de menos el resto del verano) son un equipazo. Hacen de una actividad normalita un pedazo de buen rato. GRACIAS.
El desayuno y las comidas de muy buena calidad, el desayuno tiene una gran variedad de opciones. Sus camareros, pinches, cocineros muy atentos y siempre disponibles a ofrecerte opciones si hay alguna petición especial. Belén de cocina súper maja, y el resto que son un montón.
El único inconveniente que mejoraría son las escaleras para bajar al paseo marítimo, hay 2 montacargas pero el del bar de abajo ha estado averiado con frecuencia y el otro es un poco incómodo.
La ubicación en primera línea de playa, mucho ambiente.