Empiezo por el aparcamiento. 20 euros por noche. Me parece un despropósito. Entiendo que cobren, lo hacen casi todos los hoteles, pero 20 euros por noche me parece caro no, lo siguiente. Si no vas a utilizar el coche puedes buscarte la vida por los alrededores, no es que haya muchos aparcamientos, pero como son utilizados por personas que están en continua movilidad, a pocas vueltas acabas encontrando algo seguro.
Nos entregaron la habitación a las 3 de la tarde, cada vez te dan la habitación más tarde y cada vez tienes que salir antes, esto es algo que deberían mirarse los hoteles, no solo este.
La habitación y el hotel en general necesitan una reforma urgente, moqueta del año catapún, algunas puertas parecen de una casa del terror, los ascensores son temibles, dan la sensación que en cualquier momento van a pararse o lo que es peor, caerse al vacío. Las hamacas en su mayoría están rotas y acabas hundido como si fuera una hamaca de esas que pones de árbol a árbol. En fin... que en definitiva, necesita una reforma urgente.
La habitación era amplia, con una terraza pequeña con su mesa y sus dos sillas, y el aparato exterior del aire acondicionado echando aire caliente al lado de las sillas y la mesa, y cuando digo al lado, es al lado.. no más de 20 centímetros de distancia, así que una de dos, o te ponías en la terraza a tomar el aire de la calle sin el aire acondicionado puesto o bien, te metías en la habitación con el aire y te olvidabas de la terraza. Por tanto, era imposible que mis hijas estuvieran dentro (sin asarse) y mi mujer y yo fuera en la terraza, todo al mismo tiempo, imposible.
El baño, como todo en el hotel, necesita una reforma, no puede ser más feo, la verdad. No funcionaba el dosificador de gel, aunque lo comunicamos y en lugar de arreglarlo, nos trajeron un bote para que usaramos el que quisiéramos. Pero nada de detalles eh, ni cepillo de dientes, ni pasta de dientes, nada que no fuera el secador de pelo y las toallas.
Sobre la cama, fui de vacaciones a descansar y resulta que cuando volví a casa necesité un para de días para descansar del hotel, porque los colchones eran malos, malos, con muelles clavados en las espaldas, la almohada más plana que un cristal y lo peor de todo, sin enchufes en la mesita de noche. Si quieres cargar el móvil debes dejarlo en el cuarto de baño o bien, desconectar la tv o el minibar y enchufarlo ahí, no sé a quien se le ocurrió la brillante idea, pero es lo que te encontrarás.
En cuanto a la limpieza, nada que objetar. La cierto es que en general todo estaba limpio, aunque el salón multiuso que los clientes utilizan para descansar un rato, para jugar a las cartas, etc... estaba muy descuidado y un poco olvidado. Los vasos y los restos de basura permanecieron allí los tres días que nos alojamos, pasaban mucho personal por allí, pero todos ignoraban los vasos vacíos, los envoltorios de chuches y demás.
En cuanto a la piscina... las hamacas había que cogerlas a las 7:30 de la mañana, si no te quedabas sin ninguna, en el mismo patio había un cartel que decía que el aforo era de 120 personas y ya os digo que por momentos esa cifra se superaba con creces. Además hubo momentos en que había gente comiendo y bebiendo en la piscina, sin embargo el socorrista era un mero espectador que no ponía paz y orden en la piscina, se llevaba 8 o 9 horas sentado en su silla como si todo lo que allí pasase no fuera con él. Ah y la animación, aunque yo no suelo hacer uso de ella, comparado con otros hoteles en los que he estado fue escasa o nula algunos días.
Los snacks del bar de la piscina para los usuarios de todo incluido, poco, de mala calidad, y si querías algo fuera de lo común, un café bien hecho, lo tenías que pagar aparte, igual que la limonada, eso sí, el agua de máquina dispensadora entraba en el precio, menos mal.
El buffet se salva los desayunos, lo habitual que esperas en un hotel de 4 estrellas, pero del almuerzo y la cena no cuento nada, porque era pobre, muy pobre tanto en variedad como en calidad. Eso sí, paella ponen todos los días, al mediodía, por la noche, a todas horas, o en su defecto fideuá.
En cuanto al personal, había de todo, es cierto que los chicos que solían trabajar en el restaurante no podía ser más agradables, pero algunas camareras parecían robots que no interactuaban con los clientes y no eran muy simpáticas, la verdad.
No volveremos a este hotel, por supuesto, deja mucho que desear y yo me atrevo a decir que le sobran estrellas y le faltan muchas cosas.