Un trato excelente, además, me regalaron una rosa al entrar, un bonito detalle. El desayuno fue un poco desastre con el tema COVID ya que había que hacer cola para coger comida, pero la comida era de buena calidad. La habitación estuvo bien, a pesar de que el diseño no terminaba de ser de mi agrado. Concluyo que es un hotel dentro de lo común, eso sí, con unas vistas preciosas del mar.