Estuvimos en el hotel, no en el camping. Habitación antigua pero correcta, el único pero era el aire acondicionado que olía a orines (por tener los filtros sucios o las cañerías mal instaladas).
Sitio tranquilo pese a estar en una avenida muy transitada. Respecto a los servicios, casi nulos: las máquinas de bebidas no funcionaban (ninguna de las cuatro), y el bar - restaurante era muy caro y los camareros francamente desagradables y antipáticos.
La piscina es lo mejor, grande, agua muy fresca y limpia. Resumiendo, un sitio barato en Granada, lejos del centro aunque en autobús se llega en 15 minutos, pero aceptable por el precio que tiene.
- Wi-Fi gratis
- Restaurante