Reserva necesaria -es un sitio con muchísimo encanto aunque no muy amplio-, pedimos 1.patatas bravas; +10, su sabor diferente a cualquier otra patatas bravas,
2.atún en crema de almendra; espectacular el sabor del atún y de la salsa que acompaña,
3.arroz meloso; muy sabroso, EXQUISITO,
4.rollitos vietnamitas; sabor en su punto, acompañado de dos salsas espectacularmente ricas, y,
5.rigattoni; muy rico, con toda la comida anterior, quizás, esta pasta podría haber sobrado.
Recomiendo ir -precio-calidad-, volveré sin duda.

Puente de la Inmaculada, seis mesas, ya llevamos una hora, seguimos esperando la comida.
Para no repetir.
Vivimos en tiempos del #coronavirus donde todos en nuestros trabajos damos lo mejor de sí.
Esto no es hostelería, son unos advenedizos, denigran la profesión.
No repetir, sea lo último haya en Sevilla

Restaurante pequeño pero con un ambiente íntimo. Perfecto para comida en pareja. Tapas de buena calidad, quizás pequeñas para el precio. Servicio muy atento

Llegamos aquí por casualidad, pues tuvimos que salir huyendo de otro restaurante, el cual nos recomendaron. Pero de ese haré reseña a parte.
El restaurante "Charlatán" nos enamoró por su diseño. Mobiliario precioso, colorista... y su decoración que da importancia al cliente. Pues son platos decorados por los propios clientes con dedicatorias que les regalan en próximas visitas. La esposa del chef es la que ha decorado el restaurante. Tiene un gusto exquisito. El Chef adaptó un plato de la carta para mi sobrina (vegana), salió de la cocina para explicarnos lo que realizaría para la tranquilidad y disfrute de ella. Todo un detallazo. Solo una camarera, que en el momento actual, desgraciadamente es suficiente. No nos desatendió en ningún momento, excelente en el trato, profesional y a la vez muy cercana. Comimos de maravilla y a un precio más que justo.

La comida fantástica y la atención de los camareros estupenda.
Todo lo que pedimos nos encantó.
Volveremos