Gran restaurante cercano al museo Guggenheim a unos 10 minutos andando. El local es un poco pequeño pero la comida es increíble. Disfrutamos mucho con todos los platos y la atención por parte del camarero fue excelente. Es necesario reservar pues está siempre lleno. Lo recomiendo.

La comida estaba bien aunque las expectativas se quedaron algo cortas.
El problema vino con los postres: el camarero informaba de producto que no tenían... ¿para qué darla entonces?
Creo que quería ser tan amable que nos abrumaba con información que sobraba.
A veces es mejor esperar a las preguntas del cliente y contestar a eso exclusivamente.

Cocinan muy bien y con materia de primera calidad. Genial para picotear y para comer. Tienen producto de temporada y autóctono. Vinos ricos y diferentes.
Es un bar con una tortilla de patata picante (alegrias riojanas) excepcional. Arriba tiene un pequeño comedor, al que se accede por unas escaleras empinadas (por avisar), acogedor. No recomendable para ir con niños pequeños si son de los que se me mueven mucho.

Cien por cien recomendable, siempre que visitamos Bilbao comemos en la gavilla, un trato de 10 y la comida superior, nos encanta

Muy poca cantidad y muy caro. Mi primera experiencia negativa. Los trabajadores del restaurante muy agradables y con ganas de contentarnos, pero la comida escasa y la factura carísima. Hay que ajustar esos precios en razón a las cantidades que sacan. Por lo demás todo estaba bueno