No puedo más que elogiar a Marco y demás personal que atiende este pequeño hotel situado en una preciosa villa en Donostia con jardín y terrazas.
El trato inmejorable, amables y atentos también en el restaurante.
La habitación muy espaciosa y con una cama enorme, que si digo que era comodísima aún me quedo corta. El baño muy amplio y con todo lo necesario.
Wifi perfecto y tv pantalla plana de buen tamaño. La limpieza, estaba todo impoluto.
Aunque esta en las afueras, hay 25 minutos andando a la Estación de Bus y si no, hay 2 lineas de autobús que te dejan muy cerquita.
El desayuno muy bueno y la cena también por lo que supongo que tienen buena cocina.
En fin, si puedo volveré y desde luego lo recomiendo 100% por eso lo califico como Excelente y le doy más que un 10, un 12.