Fantástica experiencia, el trato al cliente y el servicio en general es excelente - las habitaciones son amplias y limpias, el hotel esta reformado y todos los detalles son muy bonitos. El restaurante es buenísimo, la calidad y variedad de la comida, una opción muy buena cuando regresas por la tarde/noche tras un día en San Sebastián. La ubicación es muy buena y tienes a pie toda la ciudad. Única pequeña pega es que pasan unas vías del tren al lado y en ocasiones es ruidoso