No fue de mi agrado por varios motivos; las ventanas de los balcones son muy antiguas parece que el sello esta desgastado o que se yo, porque todo el ruido de la calle entra en la habitación, no hubo forma de dormir en toda la noche porque había gente chillando justamente debajo de balcón. Eran las 5 de la mañana y aún estaban armando escándalo. En otra web leí comentarios de otros usuarios que se quejaron de lo mismo, así que el hotel sabe perfectamente que deberían de poner otra clase de ventana, porque que menos de permitirles a los huéspedes dormir tranquilos . Nos ofrecieron movernos a otra habitación porque no querían cancelar mi estancia, yo con gusto me hubiera ido a dormir a un hostel o a un camping porque seguro hubiera estado mejor. Nos cambiaron a una buardilla sin balcón y con ventanas en el techo, la pared estaba empapelada de un color granate y negro horterisimo, la habitación daba pena de oscura que era, Lo mismo me vieron cara de Morticia Adams y se pensaron que me iba a gustar, en la buardilla no se escuchaba nada como no había ventanas pero vamos lo que yo pagué no era para estar metida en esa jaula ..... otra cosa fue que la nevera estaba rota y se lo comunicamos dos veces pero ni se molestaron. Después de tres días tenía unas ganas de irme, en 25 años que llevo viajando ha sido uno de los hoteles que no me ha gustado y el precio exagerado para la calidad. Jamás volveremos.

Estuvimos a mediados de Febrero con unos amigos. El Hotel pequeño pero con todas las comodidades, habitaciones muy bien, sitio céntrico, vistas a la Catedral y un personal muy amable, nos aconsejaron varios sitios donde tapear. Muy buena experiencia, sin duda repetiremos.

He disfrutado unos días en San Sebastián, alojada en este hotel.
He estado encantada con el personal del hotel, tanto en recepción (Elizabet e Imanol, con los que más he tratado, por coincidencia ) por su cercanía, disponibilidad a ayudar en todo , su sonrisa y su profesionalidad; así como el personal de cafetería en los desayunos y las personas de la limpieza.
Se agradece el detalle de las habitaciones en la bienvenida. Y la variedad del buffet en el desayuno.
La ubicación es excelente, en pleno barrio romántico, al lado de la Catedral del Buen Pastor, en zona tranquila y peatonal a la vuelta del hotel. Se llega fácilmente a todos los lugares de interés.
Sin duda se ha convertido en mi hotel de referencia de la ciudad, cuando regrese en otra ocasión.
Muchas gracias por todo.