Hotel situado en la parte vieja, a 15 minutos caminando de la estación de autobuses. Habitaciones espaciosas, limpias y muy tranquilas , no se oye el ruido de la calle. checking rápido. Lo que más me gustó es desayuno, no era el clásico buffet con tostadas-huevos revuelto- salchichas: podías elegir varios platos calientes, la parte frío eran canapés o pequeños pintxos, café de máquina nespresso y zumo naranja incluido.
Buena opción si buscas un hotel en esa zona.
Lo malo... el armario es pequeño si vais dos o tres personas que llevan mucha ropa, aún así el resto de espacio de la habitación es bastante grande comparado con Hoteles de la misma categoría