Una casa rural decorada con un exquisito gusto, a la que no la falta detalle, ubicada en un lugar privilegiado, ideal para descansar y desconectar, pero a un paso de San Sebastian. Ideal para ir con niños, tienen un baul lleno de juguetes, que a nuestro hijo de dos años encandilo, El desayuno esta delicioso, todo casero, merece la pena despertarse con él y disfrutas de las vistas al mar. Nuestro hijo, y nosotros nos quedamos encandilados de las cabras, conejitos, llamas, las gallinas... que tienen en sus espaciosos recintos, a los que puedes entrar.La familia dueña de la casa, te lo hace todo muy facil, y te hacen sentir como en casa. La experiencia nos ha encantado, y pensamos volver, seguro, por que nos hemos quedado con ganas de mas.