Me hospedé en este hotel por recomendación de gente muy conocedora del lujo y de entrada pensé: “si es el hotel donde se hospeda la familia real cuando va a Canarias, seguro que estará bien!” pero en realidad no cumplió con mis expectativas... con esto no quiero decir que no merezca el precio que piden. El hotel ha quedado obsoleto y está bastante “anticuado”, las habitaciones son amplias pero se nota y mucho el paso de los años, el baño está bien, todo limpísimo pero claro, anticuado y podría seguir en esta línea con infinitud de cosas pero no todo ha sido negativo! El personal es súper atento, simpático y dispuesto a recomendar/ayudar en lo que necesites! El desayuno es muy completo y además cada día te dan una “sorpresa”, yo tuve la suerte de desayunar con una artista que nos deleitaba con música de flauta y al día siguiente, con un maestro cortador de jamón con “su” 5J, si si, y además te lo cortan al momento! El ambiente en general te lleva a pensar que estás en una peli de James Bond, música de piano en vivo, que si quieres te da el capricho de tocar lo que le pidas, una terraza donde puedes cenar o tomar una copa rodeado de palmeras y un jardín fantástico, dispones de un Spa, estás céntrico y caminando 2 minutos podrás encontrar de todo, desde restaurantes en la Marina o la discoteca/club TAO que está justo al lado. A mí que me gusta correr, me encanto poder disfrutar de un parque que tienen al lado con una “pista” de tierra con un ambiente espectacular con muchísimos aficionados al deporte. Para no extenderme más y resumiendo, me gusto y lo recomiendo.
Añadir también que, según he podido saber, el hotel fue adquirido recientemente por la cadena Barcelo y que tienen prevista una reforma integral de todo el hotel, por lo que sin lugar a duda volveré para ver el resultado