Relativamente fácil aparcar, dispone de aparca coches. El local y la puesta en escena es excepcional. Local enorme, con la cocina vista. Me gusto mucho. Cuando llegas, te bajan al sótano, que dispone de la bodega y una barra, el menú empieza en esta zona, el local como digo es espectacular, incluyendo la parte de abajo. Platos en la bodega también como segunda parte, espectacular, después otra parte en la capilla, que también esta excelente. Subes la planta principal de nuevo, y tomas otro plato maridado con cerveza, donde estas viendo toda la cocina. Hasta este punto todo espectacular y a la altura del restaurante. A partir de aqui, el menú, original, y bien presentado, algunos con una presentación espectacular, como los postres. Pero, detalles como que el jefe de sala, llame la atención a los camareros en público, no me parece digno de un sitio así. Una vez terminamos el menú, bajamos abajo a tomarnos una copa. Y de nuevo salida de tono del mismo jefe de sala. No nos dejan usar la zona de barra, porque está con unos amigos suyos, y además parece que en esa zona se puede fumar, cosa que no nos dijeron, imagino para evitar que pidiésemos usar esa zona después de cerrar unas puertas de cristal que separaba las zonas. Detalles de garito de pueblo. Dicho esto. El planteamiento del menú muy bien, y salvo esos dos detalles todo muy espectacular.