La ubicación es perfecta, junto a la estación Atocha-Almudena Grandes, frente al Botánico y próximo a las mejores museos y galerías de Madrid. El edificio en buenas condiciones y las habitaciones cómodas, con mesa de estudio. Perfectas tanto para trabajo como para ocio. Los desayunos estupendos. Pero lo que más destacaría es el personal: amable y atento; es un placer encontrarte las mismas personas cuando repites estancia. Muy, muy recomendable.