El hotel se encuentra situado en plena Gran Vía de Madrid, junto al acceso del metro y con paradas de autobuses de la empresa municipal del ayuntamiento, con lo que conlleva la facilidad de moverse por el centro de la ciudad y otros lugares de interés de la ciudad. El check in, pese a tenerlo previamente realizado mediante la app de la cadena hotelera fue bastante caótico, la afluencia de clientes en recepción, unos para realizar el check out y otros para lo contrario, acaparaba todo el hall de entrada con los consiguientes retrasos y esperas, menos mal que el personal se desmedía profesionalmente y lograban acelerar todas las tramitaciones y solicitudes de información con fluidez, destacando entre ellos a Pablo, quien por su eficacia y competencia hacía muestras de su gran experiencia.
Nuestra reserva comprendía una habitación superior con vistas, la cual se encontraba en la cuarta planta en una magnífica ubicación, dotada de una cama de matrimonio, un pequeño refrigerador con refrescos y agua incluidos en el tipo de habitación, un baño todo individualizado, wc, plato de ducha y lavabo y en perfecto estado de limpieza. Tuvimos un problema con nuestra ventana pero el servicio técnico rápidamente lo soluciono, muchas gracias Alex por tu rapidez, eficacia y simpatía. En el tema de contaminación acústica, tengo que mencionar que por parte de otros huéspedes adyacentes no tuvimos ningún problema, de la vía urbana únicamente eran perceptibles ocasionalmente las sirenas de los vehículos policiales, pese a que esa vía tiene un tráfico rodado muy denso y más aún el tránsito peatonal.
En el desayuno fuimos recibidos cordialmente por Jorge, quien nos acompañó a nuestra mesa con magníficas vistas de parte de la Gran Vía, y nos informó si padecíamos algún tipo de intolerancia alimenticia para poder recibir un servicio más "exclusivo" , no siendo necesario por nuestra parte. En la zona de platos calientes disponen de huevos revueltos, bacon etc., amplia selección de bollería y dulces, fruta fresca troceada, yogures, embutidos y fiambres, zumos, cereales, infusiones, cacao en polvo y máquinas expendedoras de cafés a nuestro gusto. El personal del comedor, igualmente muy profesional, rápidos en su trabajo de limpieza y reposición de productos, muy atentos con los clientes ante cualquier solicitud o duda, en especial Pilar y José Manuel un bético de cuna.
En general, hemos quedado gratamente sorprendidos por el establecimiento, el personal es sin duda lo más destacable y sin duda volveremos al Hotel Madrid Gran Vía 25 Affiliated by Meliá.