Después de pasar un infierno con otra reserva que nos dejo en la calle literalmente de noche con un niño pequeño y con el frio, llegamos allí y y los recepcionistas(julián creo y maría) super serviciales, simpáticos y muy amables, sin haber dicho antes que íbamos a reservar se preocuparon de atendernos muy amablemente, luego cogimos una habitación y fue una pasada , super limpia y con un estilo muy cool y moderno, las luces azules para no tener que encender todo es un puntazo, la ducha muy espaciosa, en general fue todo un acierto, gracias por todo chicos