Me ha encantado el hotel.
Cada planta está construida de distinta manera y es increible.
La habitación en la planta 11 tiene unas vistas de Madrid muy bonitas , la bañera es enorme y la cámada de matrimonio super comoda.
En la piscina no teníamos toallas y el socorrista nos facilitó dos y super amable.
Nos entraban dos consumiciones que tomamos por la noche y pudimos disfrutar en las maravillosas zonas comunes del jardin con unos sofas comodisimos.
El desayuno buffet riquisimo sobre todo los huevos revueltos.
Totalmente recomendable .