Un quiero y no puedo en toda regla. Lo primero de todo un servicio lento, que puede llegar a ser entendible por la gran cantidad de gente que había. Pero lo que no es ni medio normal es la calidad precio de los platos. El pulpo a la brasa, que de brasa tenía el nombre. Las croquetas y los tigres correctos, los torreznos nada buenos y los tacos muy mejorables. La sorpresa fue cuándo llego la cuenta, 10€ por persona por servicio y pan... He estado en sitios muchos mejores dónde es gratis. Ni recomendaré ni volveré.
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