Bueno, esperaba algo mejor, el servicio bastante mal, pésima organización, tiempo de espera entre plato y plato tardía, eso sí cuenco de cacahuete y litro de cerveza rápido y esperar. En cuanto el precio sin sobre salto.la carne a la braza un 8/10

Hicimos una reserva para 6, se nos olvidó aclarar que íbamos con perro, al llegar nos dan todas las facilidades para reubicarnos, con muchísima amabilidad. Comida espectacular, pollo riquísimo, unas habas recién cogidas, pollo y cordero a l brasa de 10, sitio y servicio inmejorable, precio-calidad, repito de 10.

El merendero está situado en plena huerta de Casillas, con excelentes vistas al Santo de Monteagudo. Solo por esto ya merece la pena visitarlo.
El local es un merendero familiar, con gran aparcamiento de tierra, un poco falto de reforma (paredes exteriores desconchadas), donde destaca su extenso patio-terraza de suelo cementado y presidido por una gran Olivera.
El encargado de sala muy atento, camareros correctos, Christian y Antonio muy amables.
La comida es típica de huerta, con especialidad de carne a la brasa, pedimos la carrillera y estaba espectacular. Precio moderado 15-20€ pax.
Volveremos!