Lo que mas me gustó fue la ubicación y la vista del departamento. Está a dos cuadras de los Museos del Vaticano, y como el departamento se encuentra en esquina y en el último piso, desde ahi de aprecia muy bien la cúpula de la Basilica de San Pedro. También nos gustó mucho la atención personal de Angelo, quien tuvo muchos detalles con nosotros, como la botella de vino, agua, jugo y galletas de varios tipos. También estuvo muy al pendiente de mandarnos una camioneta que nos recogiera a tiempo del aeropuerto y lo mismo hizo al salir, nos mandó una camioneta que nos llevara al aeropuerto. El departamento está excelentemente decorado y muy funcional, con dos habitaciones muy amplias con mucha luz natural. La estancia en el dapartamento incluia el desayuno en un restaurante ubicado a una cuadra del departamento, Angelo nos dió cupones que dabamos al restaurante por lo que no teniamos que pagar por el desayuno. El desayuno estaba muy sabroso, incluia un croissant con un sandwish de jamón y queso, un capuccino y uno jugo de durazno. Angelo tuvo la gentileza no solo de darnos un mapa de la ciudad con indicaciones de como moverse en metro y autobús, sino que nos consiguió entradas para la audiencia de los miercoles con el Papa Francisco, desafortunadamente ya teniamos programada la visita a los museos Vaticanos por lo que no alcanzamos a llegar, pero le agradecemos mucho este detalle. Definitivamente volveré a alojarme con Angelo la próxima vez que visite Roma.
Perfecto apartamento muy limpio y muy cómodo.A 2 minutos de los museos vaticanos y a 5 minutos de la parada de metro línea A.
Angelo y Lucía muy atentos.
Muy recomendable
Magnífico anfitrión, todo atenciones, excelente trato, ubicación, limpieza. Una estancia perfecta. Repetiremos sin duda.
Muchas gracias a Lucia y Angelo por la preocupación y estar pendiente de todo! Las habitaciones amplias. A 100 metros del museo vaticano.
Sin dudas fue el mejor hospedaje de nuestro viaje. Fuimos del 30/4 al 5/5, llegamos en el transporte que habíamos acordado previamente y nos estaba esperando Angelo, el dueño, quien muy amablemente nos explicó cada detalle del apartamento. Había champaña y pizzetas de bienvenida. Todo el tiempo que duro nuestra estadía Angelo y su mujer estuvieron atentos a que nuestra estadía fuese lo más satisfactoria posible y sin dudas fue así.
La vista al Vaticano inmejorable, cerca del metro y muchos locales en la cuadra. Lo recomendamos y volveremos!!