Escogimos este lugar y no nos defraudó, en un pequeño espacio ofrecen la pasta bien elaborada de una forma familiar, éramos seis personas y había gente haciendo cola, nos informaron que podíamos escoger el plato y comer la pasta en un café muy próximo donde compramos las bebidas y nos pudimos sentar en una terracita agradable.
Fue una forma de salirse de los circuitos turísticos, conocer una zona frecuentada por gente joven y nativos del lugar, nos atendieron muy, muy bien, lo recomendamos especialmente. Cierran el lunes, y por la tarde sólo abren los viernes y sábados de 19 h a 23 h. De martes a domingo, abierto de 9.30 a 14.30 h.