El hotel está muy bien conservado; la entrada y el lobby de lujo; la atención de los recepcionistas es muy buena y te resuelven todas tus dudas. El ascensor es pequeño y los pasillos muy estrechos, pero las habitaciones muy amplias y los baños muy grandes también. El desayuno es rico y muy variado. La ubicación es muy buena, ya sea para viajeros por que la estación de trenes principal está cruzando la calle, o para visitantes de la ciudad, por que las principales atracciones están a 10 minutos caminando.