El hotel es una muy buena opción para visitar Turín.
Esta bien situado, en el centro, el autobus del aeropuerto tiene la parada justo al lado del hotel.
Lo mejor que se puede decir del hotel es que no parece italiano, las habitaciones son nuevas, limpias y de un tamaño correcto, el cuarto de baño estaba muy bien.
Por el día se oía a veces el ruido del Tranvía en la habitación.
La atención y el servicio fueron muy amables en todo momento.
El desayuno, aunque variado, lo calificaría de muy normalito, nada especial.
El precio me pareció un poco caro para ser temporada baja.