Situado justo al lado de la estación de trenes, el hotel está ubicado en un buen sitio aunque su proximidad a la estación lo convierte en algo desangelado y hay que ser precavido pues hay pequeños hurtos.
El hotel, como aspecto más destacable, cuenta con un personal muy atento y agradable. En todo lo demás, es un hotel muy normalito pues está un poco anticuado. Las habitación era correcta pero un poco limitada de tamaño. Baño correcto con ducha agradable y un buen armario. TV y buen wi-fi incluido. Desayuno en la planta baja correcto pero nada espectacular.
Tienen un centro de wellness conectado a través de la planta baja y se puede acceder a precios reducidos.