Hotel situado enfrente de la estación de tren de Porta Nuova. Es un edificio antiguo, totalmente rehabilitado, con habitaciones limpias, amplias y confortables. La situación es inmejorable, a pocos pasos del centro de Turin. El personal es amable y competente. Los trámites de registro y salida ágiles. El desayuno muy correcto, con gran variedad de productos dulces y salados. Una opción excelente a la hora de visitar Turín, cosa que aconsejo.