Nos asignaron una suite bastante amplia y de aspecto impecable. Contaba con una pequeña cocina, fregadero escamoteable y barra. Una nevera bastante amplia con congelador muy eficiente. Un sillón supletorio grande, escritorio, con una televisión enorme y un descalzador reclinable muy cómodo y ergonómico. El armario está bien de tamaño y las camas son muy cómodas. La calidad del sueño es estupenda. A pesar de estar junto a la estación de ferrocarril, apenas se escuchan los trenes. Caja fuete amplia y gratis, muy sencilla de utilizar. El baño cuenta con dos zonas (baño/W.C. y lavabo) separadas por una puerta corredera, lo cual es muy práctico.
Por poner algún pero, solo indicar que el caudal del agua es bastante bajo, lo que provoca duchas largas debido a esto. Las toallas de lavabo y bidet eran de microfibra en vez del clásico rizo, lo que a mi personalmente no me resulta nada práctico ya que tengo la sensación de que secan mucho peor. La señal de TV era débil y muchos de los canales pixelaban, pero esto no supone ningún problema ya que uno no visita Turín para ver la tele.
El personal de recepción, muy amable y atento. El bar de la planta baja parece algo escaso y desatendido. Estuvimos un día y tomamos spritz apperol y solo tuvieron para preparar dos. La segunda ronda hubo que cambiar a otra cosa.
El desayuno buffet es muy completo y variado. Frios, calientes, vegetales, frutas, yogures, cereales, bollería, etc, etc. Todo muy bueno y reciente. En general es un hotel muy recomendable. Repetiríamos sin dudarlo.