¡Me encantó este hotel! El precio es bastante razonable y está ubicado de maravilla. Todo está cerca andando. Justo a la vuelta de la esquina hay un mercado donde puedes comprar cosas para picar, vino y detergente de lavadoras. Estábamos en la cuarta planta y nuestra habitación tenía vistas a su patio. Era precioso. Las habitaciones estaban limpias y el personal hablaba inglés perfecto. El acceso a Internet es caro (5 euros la hora). ¡Una tarjeta de teléfonos que te permite hablar dos horas cuesta lo mismo! El desayuno no es que fuera el mejor...el yogur no estaba frío y el café era patético. Sin embargo hay una neverita y una mesa con sillas en la habitación, de manera que si vas al mercadp puedes abastecerte de cosas para desayunar.