Nos encontramos con un hotel con unas instalaciones modernas,en recepción no se encuentran muchas veces los recepcionistas de echo tuvimos que esperar más de 15 minutos a que viniera alguien para atendernos y teniendo que ver personal de limpieza quien avisará a la recepcionista,la cual no fue nada simpática corrigiéndonos todo el rato nuestro Italiano,no hablan nada de Español.
En la habitación lo primero que se encuentra en una habitación moderna,con nevera grande,tv plana (cáñales en Español no busquéis no los hay,pero es lo de menos).el baño grande pero el plato de ducha estaba con unas buenas rajas en su suelo,las toallas si no las tiras al suelo no las cambian,si dejas la toalla en la mampara de la ducha o en el bidet del baño,hay os la encontrareis sin cambiar.
Lo más curioso del hotel es que tienen una ventana muy amplia pero cuando vas abrirla tiene un tope,el cual solo te deja meter la nariz para inspirar aire de Torino,es una ventana anti suicida es la conclusión que yo me lleve,o para que no salgas por la ventana si quieres pagar la cuenta,la imaginación puede dar para algunas risas.
No es céntrico el barrio el cual está ubicado no transmite mucha seguridad,los autobuses al centro están a 17 minutos andando,una lastima porque el hotel posee una gran presencia.
Los recepcionistas cuando salgas u entres y si están, no te preocupes en saludarles,no obtendrás ninguna respuesta.